Líneas de desnudo/ 36
Tiempo de mujeres Por Manuel Pérez-Petit
El parto de todo libro es terrible, como el ángel del que nos da noticia Rilke en su primera elegía. Soy de los que sostienen que ser escritor es una maldición y que las obras de arte, y las literarias lo son, son contra natura a la vez que expanden el universo. Y soy de los que pueden hacer compatible esta contradicción. Soy creador porque quiero, no porque no pueda no serlo. Existe mucho mito al respecto. Si siempre lo vi todo con palabras, lo normal es que todo lo haya expresado y exprese por escrito, como así ha sido, en una experiencia mucho más dolorosa que gozosa que ha dependido de la disciplina. Y sé que hablar de voluntad y disciplina en el mundo occidental en que vivimos es nadar contra corriente, pero es lo que hay, pues no se trata ahora de hacer ficción. No se puede hablar de parto ni de voluntad ni de disciplina sin hablar de mujeres, motores incuestionables y sostenes en demasiados casos de la vida. Yo no soy mujer, y quizá ésta sea mi mayor carencia. Si abundando decimos mujeres escritoras estamos hablando del doble valor de quienes se ven abocadas, en unos casos por complejas cuestiones culturales y en otros por simples imposiciones de la “oficialidad” masculina, a adoptar un papel secundario en todos los órdenes, y, en consecuencia, también en el de la literatura. Pero nada más lejos de la realidad. El siglo de Oro español no puede entenderse sin dos mujeres esenciales, Teresa de Jesús y Juana de Asbaje, más conocida ésta por Sor Juana Inés de la Cruz, cuyas obras sin parangón están ubicadas por la historiografía oficial como fundamentales y al nivel de los más importantes autores de la historia de la literatura. En tiempos más recientes y en otras literaturas, lo que solemos conocer de la inglesa del XIX, por ejemplo, es Dickens y Collins..., y sin embargo esa literatura no sería lo que es sin las mujeres extraordinarias que fueron coetáneas de ellos: Jane Austen, Emily Brontë, George Eliot..., muy influyentes en la literatura del siglo XX, como en Virginia Woolf, de tan grande influencia en todo lo que vino después de ella. Son solo casos que, incluso, se dan en todas las literaturas, y mujeres escritoras las hubo siempre, digan lo que digan a veces los manuales de historia. No podríamos tampoco entender la literatura mexicana del siglo XX sin las mujeres escritoras que habiendo sido muchas veces “apartadas” de la historia oficial han ido terminando por imponerse sin remedio. Ahí están los casos de Elena Garro, Rosario Castellanos, Margarita Michelena, Ángeles Mastretta y muchos más... Pero hablando de mujeres tampoco podemos obviar el papel de ciertas mujeres en el desarrollo del conjunto de la sociedad, y no solo en la consecución de los derechos civiles para las propias mujeres. Y de figuras como Margarita Michelena, María Teresa Rodríguez, Daniela Camacho, Ángeles Mastretta, Hermila Galindo, Rosario Castellanos, Virginia Woolf, Murasaki Shikibu, Elena Paz Garro y La Pasionaria trata este libro que, además, está escrito por mujeres no menos excepcionales: Bárbara Sánchez, Elvira Hernández Carballido, Eve Gil, Marisa DSantos, Reyna Hinojosa Villalva, Rosa María Valles Ruiz, Sagrario León García, Teresa Dey y Mirna Yanira Garcia Vargas. Y todo ello tiene en común que estos trabajos, llamados a formar parte de la historiografía esencial generada en México y acerca de mujeres –y por mujeres–, fueron presentados –todos ellos– en el marco de la Feria Universitaria del Libro (FUL) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, México, uno de los más importantes acontecimientos de fomento del libro y la lectura de cuantos se desarrollan en la nación mexicana. Y, por tanto, tiene sentido que en la FUL se lance esta edición, que ya antes de nacer resulta imprescindible. Si hablamos de mujeres escritoras debe quedar claro que una cosa es la literatura de mujeres y otra la literatura femenina, y que podría darse el caso de que haya más hombres que mujeres que hagan esto último, pero si hablamos de mujeres de lo que hablamos es de la historia del ser humano. Llevo años negándome a aparecer en público. Si lo he hecho –demasiado en mi opinión– ha sido para demostrar que sigo vivo. Llevo años escribiendo como un condenado sin que nadie lo supiera, dedicándome con gozo y sufrimiento a la tarea de ser un escritor secreto... Sentado siempre al mismo lado del escenario en cientos de eventos, frente al público, en los que nunca fui el protagonista, pues siempre se trataba de dar protagonismo a otro, y eso me hacía sentir bien, pues de algún modo también con ello me negaba y a la vez me afirmaba en mi voluntad de dedicarme a los demás. Y en esa dedicación, las mujeres escritoras tuvieron siempre un papel protagonista. Fue mi decisión desde el principio. De los más de ciento cincuenta títulos publicados por mí con Sediento Ediciones, más o menos la mitad son de mujeres escritoras, y en todos los géneros imaginables: cuento, novela, poesía, ensayo, teatro... He publicado mujeres de todas las generaciones vivas y de más de una docena de países, residentes en seis de ellos. Primeras obras de muchas de ellas, compilaciones de otras, reediciones de otras más y ensayos también sobre mujeres, algunos de ellos escritos por mujeres. Las mujeres escritoras han sido siempre amables conmigo, mucho más que los hombres, y hasta podría afirmar que de ellas he aprendido más que de ellos, aunque esto siempre es relativo. Por ello, por las razones expuestas más arriba y por muchos otros motivos que no cabe aquí señalar, en el proceso más doloroso de transformación de mi modesta y agotada casa editorial, es para mí una gran alegría presentar –y prologar, cosa que tampoco hice hasta hoy– este Tiempo de mujeres. Escritoras en la FUL, que de manera tan primorosa ha compilado Marisa D´Santos. Y me siento agradecido. Manuel Pérez-Petit. México, Distrito Federal, agosto de 2016 __________ Nota del autor Traigo hoy aquí el prólogo que escribí a Tiempo de mujeres. Escritoras en la FUL. (Sediento Ediciones, 2016), coeditado con Kanankil Editorial.

Fotografía: Portada de Tiempo de mujeres. Mujeres en la FUL (Sediento Ediciones, 2016). Imagen de portada: Tiempo de mujeres, ilustración digital, de ©Valente Bautista López, 2016.
*Sobre el autor:
Manuel Pérez-Petit
Editor, escritor y gestor cultural
Sevilla, España, 1967.
Periodista de carrera, lo dejó todo para dedicarse profesionalmente a la gestión cultural y el mundo editorial hace 15 años. En 2010 se trasladó a México, fundó Sediento Ediciones. Ha dirigido diversos proyectos editoriales y culturales de ámbito latinoamericano en los siguientes años y dictado conferencias y cursos en países de Europa y América. Es profesor invitado en la Bluefields Indian & Caribbean University (BICU), de Bluefields, Nicaragua. La biblioteca de Yolotepec, comunidad indígena otomí de Santiago de Anaya, Hidalgo, México, lleva su nombre desde 2011. En 2017 fundó la causa Libros por Yolotepec, enfocada en la recolección de libros en donación para bibliotecas y la promoción de espacios de lectura de los ámbitos rural y marginal urbano de México. Autor de nueve libros individuales en poesía y narrativa, su obra ha sido publicada, antología o premiada en media docena de países. En 2020 fundó Kolaval, plataforma, agencia literaria y editorial de ámbito hispanoamericano.