Líneas de desnudo. 108. Todos los santos tienen octava. Manuel Pérez-Petit

Líneas de desnudo/ 108

Todos los santos tienen octava
Por Manuel Pérez-Petit

Por estar de vacaciones o por relajarnos en fechas en que se reduce la actividad general o sabe Dios por qué, nos pilla a casi todos fuera de juego, y esa es la clave por la que la Semana Santa es tiempo propicio para generar noticias importantes. Los motivos son un misterio, pues en apariencia no tiene mucho sentido, salvo si la intención es copar portadas de la prensa, pero no creo que los sesudos comunicólogos y publicistas de turno se hagan planteamientos tan simples. Estos días son, por decirlo de algún modo, por su condición original, de baja intensidad informativa, y así viene siendo desde siempre, y desde siempre hay ‘bombazos’ en esta semana que por su naturaleza es, cuanto menos, de reflexión y, sobre todo, de descanso. Esta ya tradicional efervescencia noticiosa semanasantera la entiendo, en cierto modo, como fruto de la paulatina e inexorable desacralización de nuestras vidas, máxime cuando los asuntos religiosos se vienen transformando de facto en materia cultural y no espiritual desde hace años, incluso generaciones. Como ejemplo, me ha venido a la memoria la legalización del Partido Comunista de España, que tuvo lugar el 9 de abril de 1977, sábado santo nada menos, en un país hipercatólico e hiperconvulso por aquellos tiempos pero en el que los dirigentes tenían claro su proyecto de levantar una verdadera democracia.
            En efecto, siempre hay ‘bombas’ informativas en estas fechas, por lo que uno ya ni puede relajarse. Solo en México han tenido lugar dos acontecimientos que, incluso, van más allá de lo cultural y no necesitarían de fechas vacías de información para tener lugar en las aperturas de los medios:
            El 31 de marzo, viernes de Dolores, cuando millones de personas están por irse a desconectar del mundo pero, eso sí, coincidiendo con el 108 aniversario del natalicio del poeta, fue inaugurada la Casa Museo Marie José y Octavio Paz, dando por fin salida a uno de los asuntos en mi opinión más vergonzosos e incomprensibles de la historia reciente de México, el del escritor mexicano más importante del siglo XX, querido por muchos y denostado por no menos pero de cuya entidad literaria y cultural al país nadie debió haber dudado nunca. Y quizá nadie dudó nunca, pero hace más de dos decenios que murió el poeta y no existía lugar al que ir a visitarlo. Al frente de tan magna institución han puesto a una personalidad de aparente bajo perfil pero impecable trayectoria como la poeta, gestora y editora Leticia Luna, a quien deseo la mejor de las venturas en esta responsabilidad. Hay mucho que hacer, desde luego, y no me refiero de manera específica a recuperar el tiempo perdido. 
            El 2 de abril, domingo de Ramos, Raúl Padilla López, el gran jefe de la Universidad de Guadalajara, México, y hacedor y factótum de la Feria Internacional del Libro (FIL), decidió por voluntad propia entregar la cuchara en su domicilio jaliscience, en un último acto de soberbia o quién sabe si de poco probable rendición, con una misteriosa nota de despedida que hace, por lo visto, temblar de pánico a más de uno, cuyo contenido desconocemos pero que algún día, tal vez cercano, dejará de ser un misterio.
            No me detengo en otros acontecimientos noticiosos de estos mismos días, como en la carta del presidente López Obrador a su homólogo chino, Xi Jinping, para frenar los envíos de la droga de moda, el fentanilo, hacia México, “por razones humanitarias” y “por los groseros amagos” de legisladores estadounidenses “para invadir México”, o en la compra por parte del gobierno mexicano de 13 plantas generadoras de energía a la hasta no hace poco multinacional “enemiga” española Iberdrola por cerca de seis mil millones de dólares, que el propio presidente define como “nacionalización”, que tuvieron lugar ayer, día 4 de abril, martes santo.
            Me quedo, pues, con el monumental acto de justicia que supone que por fin se haya abierto una Casa Museo de Paz y con el fallecimiento prematuro de Raúl Padilla, y dado que todos los santos tienen octava, lean esto como una especie de sumario de mis próximos dos artículos... Y es que es lo que pasa: se ausenta uno por unos días y zas, le llueven las noticias. Hoy ya no hay derecho a los descansos...
   
En un acto de justicia superlativo, por fin existe una Casa Museo de Octavio Paz (1914-1998).
Autor de la fotografía: Rafael Doniz. Fuente: Fototeca de Zona Paz. Tomada de: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Octavio_Paz_-_Entre_Libros.jpg. Licencia: Creative Commons Atribución-Compartir Igual 4.0 Internacional. 

*Sobre el autor:

Manuel Pérez-Petit

Periodista, editor, escritor y gestor cultural

Sevilla, España, 1967.

Periodista por la Universidad de Navarra y diplomado en pedagogía en lengua y literatura por la Universidad Complutense de Madrid, es especialista en literatura comparada y un experimentado gestor cultural. Como periodista trabaja desde hace muchos años en diarios y publicaciones periódicas de España y México y medios de internet y radio. Es editor desde hace más de 30 años, habiendo tenido a su cargo en proyectos propios y ajenos más de medio millar de ediciones de títulos de todos los géneros. En 2010, se trasladó a México y fundó Sediento Ediciones. Ha dirigido proyectos editoriales y culturales de ámbito latinoamericano y dictado conferencias y cursos en países de Europa y América desde hace 20 años. Es profesor invitado en la Bluefields Indian & Caribbean University (Bicu), de Bluefields, Nicaragua. Desde junio de 2011, la biblioteca de Yolotepec, comunidad indígena otomí de Santiago de Anaya, Hidalgo, México, lleva su nombre, y desde octubre de 2022 también la biblioteca de la comunidad indígena purépecha de la isla de Yunuén, Pátzcuaro, Michoacán, México. En 2017 fundó la causa Libros por Yolotepec, para la recolección de libros en donación para bibliotecas y la promoción de la lectura de los ámbitos rural y marginal urbano de México. Es autor de nueve libros individuales en poesía y narrativa. Su obra ha sido publicada, antologada o premiada en media docena de países. En 2020 fundó Kolaval, plataforma, agencia literaria y editorial de ámbito hispanoamericano.

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