Bellísima noche (Minificción) Héctor Cortés Mandujano
No he comido en todo el día, porque nadie ha comprado las chácharas que vendo. Al fin, alguien. Sólo me alcanzará para algo barato, unas quesadillas tal vez. Por el callejón, apenas algunos focos de luz amarillenta. Huele mal. Miasmas. Me han dicho de tres viejas que venden comidas a precios módicos por aquí. No conozco este rumbo. El local es pequeño, desastroso. Me asomo. Debe ser medianoche. Nadie. Basura, restos de comida. Movimiento. Una rata enorme. Otra y otra. Pienso, no sé por qué, que son las tres viejas. Me voy. Llego hasta el rincón donde dejé los cartones. Aquí duermo. El hambre contrae mis tripas. Me acuesto. ¿Tengo ochenta años o más? Cierro los ojos y me concentro en dormir. Oigo ruiditos. Entreabro los ojos y veo a las tres ratas descomunales. Una se convierte en una muchacha y me toma de la mano, me levanta hasta sus brazos, hasta su cuerpo oloroso, grato. Bailamos. La otra se vuelve una luz multicolor que acompaña nuestra danza. La tercera es mágica música. No tengo hambre, soy ágil, río, nada me hace falta. ¿Habrá alguien en el mundo más feliz que yo en este instante? *** [Dimos una función de teatro, La divinidad del monstruo, en Puebla, y salimos muy tarde. Era medianoche y teníamos hambre; encontramos –Alfredo, Nadia, Dalí y yo– algo que comer en un local pobrísimo atendido por dos ancianas. Goteaba el agua del lavabo, el olor de la comida lograba eclipsar los otros olores que yo supuse. Pasó por la calle y se acercó a nosotros un viejo esquelético, con una muleta, dificultades para moverse, una voz bajita y una caja de cartón. Vendía chucherías hechas de alambre y metal, evidentemente tomados de la basura. Nadia le compró una moto-encendedor. Se fue el hombre. Sentí desconsuelo por el viejo y las ancianas. Soñé con los tres en una pesadilla que terminaba horrorosamente. Decidí hacer mejor, apenas despertarme, esta fábula para conjurar la pesadumbre que adiviné en sus vidas. Quedé triste de todos modos.] Contactos: hectorcortesm@gmail.com.

*Sobre el autor:
Héctor Cortés Mandujano
Narrador, dramaturgo y periodista cultural
Finca El Ciprés, Villaflores, Chiapas, 1961.
Sus publicaciones, una amplia colección, abarcan varios géneros: Cuento, dramaturgia, novela, relato, ensayo y varias coautorías. Ha sido antologado en libros y revistas especializadas.
Aunque desde hace varios años se ha abstenido de participar en concursos y convocatorias, tiene varios premios y reconocimientos por su actividad literaria, mencionamos algunos: Premio Puerta 2010 al Mejor Dramaturgo, otorgado por la Asociación de Periodistas Culturales de Chiapas “Trozos de sol”; Premio Nacional de Novela Breve Rosario Castellanos, con Aún corre sangre por las avenidas (2005); Premio Estatal de Novela Breve Emilio Rabasa, con Vanterros (2004).
Lo puedes seguir en su columna Casa de citas.
Correo electrónico: hectorcortesm@gmail.com
**Sobre Raúl Ortega:
**Raúl Ortega (1963). Fotógrafo independiente. Ha participado en exposiciones individuales y colectivas en México, Alemania, Italia, Bélgica, Holanda, Francia, España y Estados Unidos. Su trabajo se ha publicado en numerosos diarios y revistas de México y el extranjero.
Entre otros reconocimientos, recibió en 1994 el Premio Especial del Jurado en la I Bienal de Fotoperiodismo; en 1996, el Premio del Público en la VI Bienal de Fotografía de Bellas Artes; en 1999, el Premio Individual de Vida Cotidiana en la III Bienal de Fotoperiodismo; en 2001 el Premio Fotoperiodismo Individual y Premio del Público en la IV Bienal de Fotoperiodismo.
Siempre es grato leer a Héctor. La delicada forma de conjugar las palabras, hermosamente, sin importar lo que se describe.
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Seguramente también al anciano le enviaste el mensaje ..,y durmió de nuevo .. 🌹🍃
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