Polvo del camino. 128. La casa del farallón. Héctor Cortés Mandujano

La casa del farallón
(Minificción)

Héctor Cortés Mandujano

No sé cómo alguno de mis ancestros –creo que un oscuro bisabuelo– pudo comprar este farallón que, además de ser parte del mar, extendió uno de sus rocosos brazos hasta un camino sólido y breve que entronca con una carretera de poco uso, pues paralela a ella hay una autopista donde transitan los que vienen o salen de la ciudad donde trabajo.
	Vivo solo y a veces, en las noches de luna, puedo ver cerca, desde mi terraza hacia el mar abierto, la cola brillante de las ballenas, el triángulo veloz de los escualos, los brincos alegres de los delfines… Oír el mar para mí es como escuchar el incesante ruido de los autos y camiones para quienes viven en los conglomerados urbanos. 
	Pero esta noche es especial y el mar parece querer decirme algo distinto con el ronco grito de las olas, que se estrellan violentas contra las paredes pétreas de mi hogar anfibio. También pían los delfines, cantan las ballenas, no como siempre: hay algo detrás de esas notas musicales que antes fueron gratas. Pienso que es el mar diciéndome, gritándome adiós.
	Tomo mi auto en la mañana y el camino parece otro. El agua ya no respeta esta vía donde antes pasaron mis muertos, los que vivieron aquí. Las llantas casi desaparecen en el salino e impertinente líquido. Logro salir. El camino ha sido tomado por un oleaje de poco movimiento. 

De algún modo lo sabía. Cuando he vuelto a mi casa, ya no existe: se la ha tragado el mar. Busco un hotel en la costa para pasar la noche y me llama la atención el barandal de la entrada, trabajado artística y exhaustivamente con motivos marinos: caballitos de mar, sirenas, corales, algas, esporas, peces…
	Me hospedo y, por la noche, dado que no puedo dormir, salgo y me hallo con que el barandal son sólo tablas toscas, atadas con viejas cuerdas. Hay un caballo blanco enfrente, en la calle vacía de automóviles. Camino hacia él y parece esperarme para avanzar despacio. Lo sigo y llegamos a la playa. Entra al mar. Me desnudo y lo sigo. El contacto con el agua me despierta y me doy cuenta que lo de la casa del risco y lo demás fue un sueño.
	Vivo en una casa común, en la ciudad. Voy a la sala y levanto el teléfono que tiene una lucecita parpadeante, que interpreto como una silente llamada entrante. Sí es. Una mujer. Me cuenta que acaba de soñar conmigo, que yo vivía en un peñasco que se inundó. Me dice que si puede venir a verme y le digo que sí.
	Casi al instante tocan a la puerta y es ella; trae puesta una larga bata blanca y me toma de la mano, me lleva a la playa, me pide que nos desnudemos y nademos. Lo hacemos hasta que cierro los ojos y me doy cuenta, sin que ello me atemorice, que me estoy ahogando, que tengo llenos los pulmones de agua y caigo lento en búsqueda del fondo marino, de las sirenas, los caballos de mar, los corales, el hondo recuerdo de mi casa del farallón…
	Despierto de nuevo. Lo de la casa en la ciudad y la mujer era un sueño. Estoy en la terraza de mi farallón, viendo el mar, mi amor, oyendo su canción eterna…

Contactos: hectorcortesm@gmail.com.

Ilustración: HCM




*Sobre el autor:

Héctor Cortés Mandujano

Narrador, dramaturgo y periodista cultural

Finca El Ciprés, Villaflores, Chiapas, 1961.

Sus publicaciones, una amplia colección, abarcan varios géneros: Cuento, dramaturgia, novela, relato, ensayo y varias coautorías. Ha sido antologado en libros y revistas especializadas.

Aunque desde hace varios años se ha abstenido de participar en concursos y convocatorias, tiene varios premios y reconocimientos por su actividad literaria, mencionamos algunos: Premio Puerta 2010 al Mejor Dramaturgo, otorgado por la Asociación de Periodistas Culturales de Chiapas “Trozos de sol”; Premio Nacional de Novela Breve Rosario Castellanos, con Aún corre sangre por las avenidas (2005); Premio Estatal de Novela Breve Emilio Rabasa, con Vanterros (2004).

Lo puedes seguir en su columna Casa de citas.

Correo electrónico: hectorcortesm@gmail.com

de México y el extranjero.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s