Polvo del camino/ 35
El más viejo enemigo Héctor Cortés Mandujano
Cineterapia: la psiquiatría y el psiquiatra a través de las películas (Edamex, 2005), del Dr. Rafael J. Salín-Pascual es un libro de doble interés: por un lado, este profesionista disecciona muchos de los padecimientos mentales (en varios me puse palomitas) que constituyen el nudo de su labor, y por el otro, revisa una serie de películas donde estos padecimientos son parte de la historia del filme. Analiza por ejemplo la cinta Las horas (Stephen Daldry, 2002), que cuenta tres historias vinculadas a la vida y el suicidio de Virginia Woolf, y su novela La señora Dalloway. El suicidio de Virginia no fue una decisión precipitada. Leonard contó en la televisión, 40 años después de la muerte de Virginia, algo que ellos dos habían decidido si los alemanes nazis tomaban Inglaterra: (p. 42) “cerraríamos las puerta de la cochera y nos suicidaríamos”. Ya tenían el veneno listo. Habla de la película Freud (John Huston, 1962) y cita (p. 53): “Conócete a ti mismo. Este es el inicio de la sabiduría. En este conocimiento yace la esperanza única de victoria del hombre sobre su más viejo enemigo: su familia”. Me entero que Barba Azul, ahora un cuento de niños, tuvo su modelo real en Guilles de Rais, quien confesó el 22 de octubre de 1440 “haber asesinado a unos trescientos niños. […] Los he matado y he cometido con ellos el pecado de sodomía lo mismo antes que después de su muerte, pero también durante ella”. Cuatro días más tarde lo ahorcaron. Sobre el sueño dice Salín-Pascual (p. 242): “Las regiones situadas por debajo de los hemisferios cerebrales (tallo cerebral) lanzan en forma aleatoria series de imágenes a la corteza occipital, como si ésta fuera una pantalla cinematográfica y de esta forma recibimos una activación sensorial mientras dormimos. A la mañana siguiente evocamos esa información nocturna y le agregamos eventos diurnos para darle un sentido. Así, todos los días hacemos una edición cinematográfica en donde unimos lo soñado y lo vivido. De esta forma, podemos decir que los sueños son el cine del cerebro”. Contactos: hectorcortesm@gmail.com

Ilustración: HCM.
*Sobre el autor:
Héctor Cortés Mandujano
Narrador, dramaturgo y periodista cultural
Finca El Ciprés, Villaflores, Chiapas, 1961.
Sus publicaciones, una amplia colección, abarcan varios géneros: Cuento, dramaturgia, novela, relato, ensayo y varias coautorías. Ha sido antologado en libros y revistas especializadas.
Aunque desde hace varios años se ha abstenido de participar en concursos y convocatorias, tiene varios premios y reconocimientos por su actividad literaria, mencionamos algunos: Premio Puerta 2010 al Mejor Dramaturgo, otorgado por la Asociación de Periodistas Culturales de Chiapas “Trozos de sol”; Premio Nacional de Novela Breve Rosario Castellanos, con Aún corre sangre por las avenidas (2005); Premio Estatal de Novela Breve Emilio Rabasa, con Vanterros (2004).
Lo puedes seguir en su columna Casa de citas.
Correo electrónico: hectorcortesm@gmail.com
De los horrores no observados a tiempo, nacen vaticinios en sueños y realidades tragicas inmediatas.
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Muchas veces manifestamos en sueños, aquello que no nos atrevemos a pensar cuando estamos despiertos.
Interesante el subconsciente 😉 es a veces un poco inconsciente 😀
Saludos, Héctor
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