Polvo del camino. 270. El amor y la ausencia. Héctor Cortés Mandujano


Polvo del camino/ 270

El amor y la ausencia
Héctor Cortés Mandujano

Se puede hacer el amor con cualquiera. Es como ir al cine

Alejandra Pizarnik,
citada por Cristina Rivera Garza,
en La muerte me da

Leí libros anteriores y posteriores de Cristina Rivera Garza, pero éste, La muerte me da (Tusquets, 2007), quién sabe por qué, lo dejé para después, para hoy.
El libro (no lo llamemos novela, porque rompe los estándares de ésta y qué bueno) es, por lo menos, tres libros: el primero cuenta una historia de crímenes (hombres castrados, sobre o alrededor de quienes se dejan versos de Alejandra Pizarnik), donde se involucran, principalmente, una profesora y escritora que se llama Cristina Rivera Garza, una detective y una Periodista de la Nota Roja (así se le llama); el segundo es un ensayo sobre la vida y obra de Alejandra Pizarnik, que es copiosamente citada en los tres libros, y un libro de poemas (se titula “La muerte me da”) que, se presume, escribió la periodista, aunque el libro lo firme Anne-Marie Bianco.
Creo que, hasta el momento, es el libro que más me ha gustado de Cristina (cuentista, novelista, ensayista) de quien he leído varios (ha escrito más, por supuesto), que son muy buenos: Nadie me verá llorar, La cresta de Ilión, Lo anterior, Los muertos indóciles, La Castañeda y Había mucha neblina o humo o no sé qué…
“La castración –cita Cristina a Renata Saleci– le permite al sujeto entender a los otros como Otro en lugar de lo mismo, ya que sólo después de experimentar la castración simbólica el sujeto empieza a preocuparse por cuestiones como ‘¿qué desea el otro?’ y ‘¿qué soy para el otro?’ ”.
Un poema de Pizarnik, en la realidad y citado en este libro, está dedicado a Aurora Bernárdez y Julio Cortázar. La autora analiza el apellido del escritor (p. 32): “en la superficie del apellido Cortázar se escondían, amenazantes, un cortar y un azar –palabras que, en ese momento, carecían de toda inocencia”. Lo dice, claro, porque el poema, con la dedicatoria, aparece con un cadáver.
Lo hace también con otras palabras (p. 147): “Demasiadas almohadas (¿almo-hadas?, ¿hadas de alma masculina?)”.
La periodista va a verla y la interroga sobre su oficio. Contesta la Cristina de la novela (p. 67): “Los escritores escriben –dije lentamente, enunciando cada palabra con el cuidado con que lo hacen ciertos extranjeros respetuosos mientras acomodaba mis libros, tan lentamente como lo hacía con mi enunciación, dentro del portafolio– no sólo con lo que conocen del mundo o de ellos mismos, sino, sobre todo, fundamentalmente, con lo que desconocen, del mundo y de ellos mismos”.
Otra cita de Pizarnik (p. 56): “las palabras no hacen el amor, hacen la ausencia”.



Ilustración: Leonora Ventura.
Ilustración: Leonora Ventura.




*Sobre el autor:

Héctor Cortés Mandujano

Narrador, dramaturgo y periodista cultural

Finca El Ciprés, Villaflores, Chiapas, 1961.

Sus publicaciones, una amplia colección, abarcan varios géneros: Cuento, dramaturgia, novela, relato, ensayo y varias coautorías. Ha sido antologado en libros y revistas especializadas.

Aunque desde hace varios años se ha abstenido de participar en concursos y convocatorias, tiene varios premios y reconocimientos por su actividad literaria, mencionamos algunos: Premio Puerta 2010 al Mejor Dramaturgo, otorgado por la Asociación de Periodistas Culturales de Chiapas “Trozos de sol”; Premio Nacional de Novela Breve Rosario Castellanos, con Aún corre sangre por las avenidas (2005); Premio Estatal de Novela Breve Emilio Rabasa, con Vanterros (2004).

Lo puedes seguir en su columna Casa de citas.

Correo electrónico: hectorcortesm@gmail.com

Un comentario sobre “Polvo del camino. 270. El amor y la ausencia. Héctor Cortés Mandujano

  1. Me encantó este libro, no es fácil; me pareció un reto leerlo. La primera parte me pareció estar ante una buena novela policiaca, luego, como menciona este artículo, hace un análisis de la obra de Alejandra Pizarnik, poeta que me encanta y cuando parece que retomará la trama convencional se “pierde”, y eso, es lo que hace tan interesante su propuesta. Cristina Rivera Garza es muy inteligente y muy buena escritora y lo demuestra.
    Gracias a la recomendación de Héctor Cortés Mandujano comencé a leer a Rivera Garza. He leído Nadie me verá llorar, Había mucha neblina, o humo, o no se qué…, La muerte me da. Recién terminé el libro de cuentos La frontera más distante, el estilo se parece a La muerte me da, hay relato policiaco, ensayo, ciencia ficción, erotismo. Abre y cierra el libro con los dos clamores de Rulfo en “Luvina”:
    —¿En qué país estamosAgripina? Y ella se alzó de hombros.
    —¿Qué país es esteAgripina? Y ella volvió a alzarse de hombros.
    Y eso que Rulfo no llegó a ver el país en el que estamos ahora….

    Le gusta a 1 persona

Replica a tania corzo Cancelar la respuesta