Voces ensortijadas 253. No estamos solas. María Gabriela López Suárez

 
 Voces ensortijadas 

María Gabriela López Suárez

No estamos solas

A todas las mujeres víctimas de feminicidios.
A sus familias y amistades.

Irene cerró la aplicación de su red social en el celular. Se quedó un rato ahí, sentada, en el borde de su cama. Intentó tragar saliva y le costó, sintió más de un nudo en la garganta. Sintió que se ahogaba. No sabía si ir a tomar agua o correr hacia la ventana, abrirla, sacar la cabeza y gritar a todo lo que dieran sus pulmones.
         No pudo ni siquiera levantarse, sus piernas no lo permitieron, se soltó a llorar y dar de puñetazos sobre su almohada. Una de sus amigas de la infancia, con la que solía jugar en el barrio donde ambas crecieron, había desaparecido hace un par de días y esa mañana encontraron su cuerpo sin señales de vida, a las afueras de la ciudad.
         Pasaron quizá más de dos horas sin que Irene lograra levantarse, había llorado tanto que sentía los ojos casi cerrados. Solo quería dormir. A lo lejos escuchó que alguien tocaba la puerta del cuarto.
        —¡Irene, Irene! ¿Estás ahí muchacha? ¿Hoy no vas a ir a trabajar?
        Era doña Tina, la señora donde rentaba el cuarto de abonadas. Irene no tenía ganas de hablar, sentía desfallecer. Doña Tiña siguió insistiendo y al no tener respuesta, se preocupó tanto que fue por la llave para abrir el cuarto.
        Encontró a Irene acostada, le preguntó qué pasaba, si se sentía mal. Permaneció ahí hasta que logró que Irene se incorporara, tomara un poco de agua y le contara lo sucedido. Doña Tina se quedó en silencio, sus ojos se llenaron de agua, respiró profundo y abrazó a Irene. Ambas permanecieron en silencio mucho rato.
        —¿Por qué tanto odio a nosotras, las mujeres, doña Tinita? —preguntó Irene.
         Doña Tina que casi siempre solía responder a las dudas de Irene no tuvo la respuesta en ese momento. Se quedaron conversando sobre el incremento de los feminicidios, que las autoridades debían mucho a la sociedad, a las mujeres víctimas de feminicidios, a sus familias, que falta más por trabajar en temas que ayuden a tomar conciencia sobre lo que implica la violencia en sus distintas formas, que las mujeres necesitan denunciar antes estas violencias y también que es necesario escucharlas y atender esas denuncias.
        Doña Tina logró convencer a Irene que fuera a desayunar con ella. Mientras le preparaba un atole de guayaba y unas dobladitas de frijol, Irene buscó el número de teléfono de alguien de la familia de su amiga para ponerse en contacto.  Se detuvo un instante y agradeció estar con doña Tina, las redes de apoyo en la vida siempre son importantes, pensó. Luego cerró los ojos y con un halo de esperanza dijo para sí, NO estamos solas, no estamos solas.

   

Fotografía: Sina Rosas: https://www.pexels.com/photo/people-protesting-on-a-street-with-a-hand-written-banner-20626940/

Sobre la autora:

Maria Gabriela López Suárez

Doctora en Estudios Regionales por la Universidad Autónoma de Chiapas y Doctora en Dirección y Planificación del Turismo por la Universidad de Alicante. Docente investigadora en la Universidad Intercultural de Chiapas (UNICH). Es integrante  de la Red Internacional de Investigadores en Turismo, Desarrollo y Sustentabilidad (RITURDES), del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), del Colectivo Fotográfico Tragameluz y del Colectivo Reminiscencia, este último aborda el tema de los feminicidios. Desde 2008 colabora en diferentes medios en Chiapas. Fue corresponsal en Chiapas de la Agencia Informativa Conacyt. Actualmente es productora del programa radiofónico de la UNICH, Los Colores de la Voz; colabora también en la Red de Comunicadores Boca de Polen. A.C.

Un comentario sobre “Voces ensortijadas 253. No estamos solas. María Gabriela López Suárez

  1. Relato vinculado al trabajo Del Colectivo Reminiscencia . Vaya tema, también muchos hombres mueren diariamente por algún tipo de violencia, en general me parece que hemos conformado una sociedad violenta y pragmática en extremo, y por otro lado; la enorme capacidad de amar y construir de nuestra especie. Esa Dualidad Humana..

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