Líneas de desnudo/ 133
Cerrando círculos
Por Manuel Pérez-Petit
Porque hay personas que me impulsan, que son las que merecen la pena.
Confieso que vivo en un estado de confusión en que mi cabeza anda por delante de mi cuerpo, lo cual se manifiesta de manera más rotunda ante el reto que ahora tengo en mis manos: cerrar círculos, con mayor razón en pos de mi destino y más aún porque se aproxima la hora de mi muerte.
Llevo en ello años y a estas alturas sigo centrado mal que bien en lo que debo respecto a los demás, empecinado como he vivido en posponer por sistema cualquier deber conmigo mismo. Hace mucho que dejé de lado hacer lo que quería y siempre viví haciendo más de lo que de manera razonable en realidad podía. Así resolví el dilema deber-querer-poder: optando por olvidarme de mí. Estoy seguro que, como siempre he argumentado, es un defecto de fábrica, pero no voy en esta ocasión a escudarme en ello, pues también y sobre todo ha sido fruto de falta de voluntad y, por tanto, responsabilidad mía. Ahora mis días están contados, por lo que no tengo excusas para no tomar este toro por los cuernos de una vez por todas.
He abandonado, como primer paso, el debate que me consumió gran parte de mi vida, en ese proceso de simplificación al que de manera religiosa me entregué por comodidad y puede que incluso desarraigo. Como consecuencia, ahora ya todo comienza a ser diferente, pues no es posible avanzar en el presupuesto de un cierto tipo de soledad que me arrumbó al horrible silencio del que he sido pagano hasta el presente y desde hace no poco tiempo. No es cosa de analgésicos ni de diagnosticar errores de cálculo en la causa de ser la lluvia que me abra a los caminos que no existen.
Hoy se trata en mi caso de eso, de cerrar círculos, de caminar cuerpo adentro, de sacar el látigo y de ser justos con el regalo que Dios me dio y al que nunca he ofrecido el tributo necesario. Hoy no hay silencio en el senado en que se decide la tragedia dibujada del rompecabezas que nunca termina de montarse, pues mi grito definitivo rompe el férreo estatuto del orden en que yo mismo basé mi confusión y mi cansancio.
A fecha de hoy confieso, en la reanudación de mi camino tras meses lacerantes de infertilidad autoimpuesta por mi afán de solo cumplir con mi deber por los demás, que sigo cerrando círculos al punto de que comienzo a ver en el horizonte el día en que ya solo me quede cerrar el de mi propia vida. En este punto, apropiándome de la declaración del jefe Seattle (c.1786-1866), hoy, aquí, para mí, "termina la vida y comienza la supervivencia", y quizá la supervivencia, dicha sea esta palabra en su sentido más amplio, sea el modo más coherente y completo de aceptar un destino, y el más pleno y auténtico de vivir y superar los días o años contados que me falten.
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Nota de autor
Por primera vez en mi vida me he llevado meses sin escribir. Lo lamento y prometo que no volverá a repetirse una pesadilla como esa.

Fotografía: ©Mayté Flores Ayala Mancera.
*Sobre el autor:
Manuel Pérez-Petit
Periodista, editor, escritor y gestor cultural
Sevilla, España, 1967.
Periodista por la Universidad de Navarra y diplomado en pedagogía en lengua y literatura por la Universidad Complutense de Madrid, es especialista en literatura comparada y un experimentado docente y gestor cultural. Es editor desde hace más de 30 años, habiendo tenido a su cargo en proyectos propios y ajenos más de medio millar de ediciones de títulos de todos los géneros. En 2010, se trasladó a México y fundó Sediento Ediciones. Ha dirigido proyectos editoriales y culturales de ámbito latinoamericano y dictado conferencias y cursos en países de Europa y América desde hace 20 años. Como periodista trabaja desde hace muchos años en diarios y publicaciones periódicas de España y México y medios de internet y radio. Es profesor invitado en la Bluefields Indian & Caribbean University (Bicu), de Bluefields, Nicaragua. Desde junio de 2011, la biblioteca de Yolotepec, comunidad indígena otomí de Santiago de Anaya, Hidalgo, México, lleva su nombre, y desde octubre de 2022 también la biblioteca de la comunidad indígena purépecha de la isla de Yunuén, Pátzcuaro, Michoacán, México. En 2017 fundó la causa Libros por Yolotepec y Yunuén, para la recolección de libros en donación para bibliotecas y la promoción de la lectura de los ámbitos rural y marginal urbano de México. Es autor de nueve libros individuales en poesía y narrativa. Su obra ha sido publicada, antologada o premiada en media docena de países. En 2020 fundó Kolaval, plataforma, agencia literaria y editorial de ámbito hispanoamericano. En diciembre de 2023 fue nombrado director editorial de Almuzara México.
Hay que cerrar ciclos de vida. Recuerda que el objetivo es el camino y no la meta -la meta es la muerte y a esa nadie quiere llegar primero-.
«Caminante no hay camino, se hace camino al andar…».
Saludos Manuel.
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