Polvo del camino. 140. El futuro. Héctor Cortés Mandujano

El futuro

Héctor Cortés Mandujano

El niño leía un cuento ilustrado en la biblioteca polvorienta de una escuela lejana de la ciudad, atrasada.
	Era él, el niño lector, sujeto de burlas y violencia verbal y física, porque en aquella comunidad los niños y los adultos no leían nunca más que por obligación, y saber que alguien lo disfrutaba les parecía enojoso, anormal.
	El cuento que leía el niño era muy parecido a su circunstancia real: se trataba de un niño que leía, solo, en la biblioteca polvorienta de una escuela marginal, de un pueblo donde lo atacaban oral y físicamente sólo por leer.
	El hombre que escribía el cuento había sido el niño del cuento y el niño que lo leía: estaba escribiendo su propia experiencia.
	El niño del cuento comenzó a sentir angustia por llegar al final de la historia, porque ya había llegado el final del recreo, y tenía que irse. Lo maltratarían si no.
	El niño que leía el cuento también se angustió, porque en su realidad “real” había escuchado la campana que marcaba el fin del recreo y tenía que irse. Lo maltratarían si no.
	El autor que, decíamos, había sido el que leía el cuento y el personaje del mismo, comenzó a angustiarse porque no sabía cómo terminar esa historia que cuando era niño había vivido y había soñado, después, en varias ocasiones.
	En ese instante se cruzaron sus vidas, se volvieron la misma angustia en los tres corazones.
	Lo mejor –pensó el niño personaje del cuento– será darle vuelta a las páginas y mirar aunque sea nada más los dibujos para darse una idea del final.
	Lo mismo pensó el niño que leía y fue lo que se le ocurrió al hombre que escribía.
	Los tres se llenaron de una terrible desazón porque al dar la vuelta a las páginas del cuento se encontraron con que sólo eran páginas en blanco. 
        Después del pasmo, sonrieron: Las páginas en blanco eran el futuro. Qué gran oportunidad de escribirlas no cómo quisieran los demás, sino como se les viniera en gana.

Contactos: hectorcortesm@gmail.com.       

Ilustración: Héctor Ventura**




*Sobre el autor:

Héctor Cortés Mandujano

Narrador, dramaturgo y periodista cultural

Finca El Ciprés, Villaflores, Chiapas, 1961.

Sus publicaciones, una amplia colección, abarcan varios géneros: Cuento, dramaturgia, novela, relato, ensayo y varias coautorías. Ha sido antologado en libros y revistas especializadas.

Aunque desde hace varios años se ha abstenido de participar en concursos y convocatorias, tiene varios premios y reconocimientos por su actividad literaria, mencionamos algunos: Premio Puerta 2010 al Mejor Dramaturgo, otorgado por la Asociación de Periodistas Culturales de Chiapas “Trozos de sol”; Premio Nacional de Novela Breve Rosario Castellanos, con Aún corre sangre por las avenidas (2005); Premio Estatal de Novela Breve Emilio Rabasa, con Vanterros (2004).

Lo puedes seguir en su columna Casa de citas.

Correo electrónico: hectorcortesm@gmail.com

**Sobre Héctor Ventura:

(Jiquipilas, Chiapas, 1920), Héctor Ventura Cruz creció y descubrió la pulsión plástica por la vida en Tuxtla Gutiérrez, la capital de su estado. Ahí conocióal Maestro José María de la Cruz, único mentor entonces de pintura y dibujo en la localidad. El encuentro con el maestro “Chemita” significó el atisbo del primer referente técnico y la certeza de la constancia en el oficio. 
Merecedor del Premio Chiapas en Artes en 1980.

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