Líneas de desnudo. 160. Siempre nos quedará el poema. Manuel Pérez-Petit

Líneas de desnudo/ 160

Siempre nos quedará el poema
Por Manuel Pérez-Petit

Con motivo del Día Internacional de la Poesía

Encontrarnos; vernos sin habernos mirado, escucharnos sin habernos oído, tocarnos sin haber estado juntos, sin habernos abierto como una rosa en un mismo jardín, conocernos sin saber nada del otro..., eso es la magia... 
            Luego está la magia que llaman de cerca y las demás disciplinas que se caracterizan por tener truco, y cuyas definiciones se pueden ver en cualquier libro o enciclopedia.
También llamamos magia a otras cosas que son solo la Providencia, que no tienen truco, que son auténticas y definitivas, que tienen una fuerza descomunal y nos hacen más grandes. Algunos le dicen ángel, que es otra trascendencia. En realidad, son los milagros, a los que podemos también aplicar el nombre o el efecto de la magia, lo que, eso sí, sería un reduccionismo. Por ejemplo, Dios existe. Y está en nosotros, y nos alumbra, incluso aunque no queramos... 
Tener conciencia de la presencia de Dios –el dios que sea– nos permite ser cada vez más honestos y crecer en valores y principios morales. Nadie que esté en presencia de Dios puede faltar a su palabra ni juzgar a los demás. Cuando Dios se nos pierde –y sin Dios no hay amor–, perdemos el norte, el equilibrio, el sentido y hasta a veces la cordura, y comienzan a hacerse hueco en nosotros la desesperación y el desorden. Conozco casos cercanos en que esto ha ocurrido y producen mucho dolor a uno mismo y a los demás.
Pasa igual cuando la magia se extravía –lo cual solo es fruto de un descuido de uno mismo–, cuando todo se vuelve áspero y escuece hasta el respirar, todo se ennegrece y ensucia, la desesperación campa por sus respetos y solo puede transmitirse dolor, autoconmiseración y, en el mejor de los casos, ausencia de transparencia, sin la que no podemos entender la luz, a su vez la clave para vivir.
Ahí ya no es posible enamorarse, con lo que comienza en realidad la muerte en su peor versión, porque sin amor no hay vida, y sin vida no hay plenitud. En la plenitud de Dios y/o del amor –en el fondo, lo mismo– solo es posible morirse para volver a la vida, en un renacer total. Hoy abundan, por desgracia, muchos muertos que andan por las calles, con las cuencas del alma vacías, sin magia, sin Dios y sin nada.
Pero siempre nos quedará el poema que, si es auténtico, nos llena de luces, nos abre de lleno a la magia y a Dios, y nos reconcilia con la vida.
Los poemas son luces en la oscuridad
Fotografía: © Mayté Flores Ayala Mancera

*Sobre el autor:

Manuel Pérez-Petit

Periodista, editor, escritor y gestor cultural

Sevilla, España, 1967.

Periodista por la Universidad de Navarra y diplomado en pedagogía en lengua y literatura por la Universidad Complutense de Madrid, es especialista en literatura comparada y un experimentado docente y gestor cultural. Es editor desde hace más de 30 años, habiendo tenido a su cargo en proyectos propios y ajenos más de medio millar de ediciones de títulos de todos los géneros. En 2010, se trasladó a México y fundó Sediento Ediciones. Ha dirigido proyectos editoriales y culturales de ámbito latinoamericano y dictado conferencias y cursos en países de Europa y América desde hace 20 años. Como periodista trabaja desde hace muchos años en diarios y publicaciones periódicas de España y México y medios de internet y radio. Ha sido director de Comunicación en el Servicio Andaluz de Salud, director editorial de intereconomia.com, adjunto a la presidencia del Instituto Europeo de Márketing, Comunicación y Publicidad, director de opinión de France Telecom España, director de relaciones públicas de la Fundación Leo Matiz o director editorial de AlmuzaraMéxico, entre otros puestos de responsabilidad. Es profesor invitado en la Bluefields Indian & Caribbean University (Bicu), de Bluefields, Nicaragua. Desde junio de 2011, la biblioteca de Yolotepec, comunidad indígena otomí de Santiago de Anaya, Hidalgo, México, lleva su nombre, y desde octubre de 2022 también la biblioteca de la comunidad indígena purépecha de la isla de Yunuén, Pátzcuaro, Michoacán, México. En 2017 fundó la causa Libros por Yolotepec para la recolección de libros en donación para bibliotecas y la promoción de la lectura de los ámbitos rural y marginal urbano de México. Es autor de nueve libros individuales en poesía y narrativa. Su obra ha sido publicada, antologada o premiada en media docena de países. En 2020 fundó Kolaval, plataforma, agencia literaria y editorial de ámbito hispanoamericano. En la actualidad se dedica a la consultoría de alta dirección y a la docencia. Mantiene la columna Líneas de desnudo en la revista mexicana de fomento a la lectura Letras, ideaYvoz, en la que escribe tres artículos a la semana.

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