Polvo del camino. 256. Mis canciones 2024. Héctor Cortés Mandujano


Polvo del camino/ 256

Mis canciones 2024
Héctor Cortés Mandujano

Dice Spotify que, en 2024, oí música 52 mil 419 minutos; escuché 9 mil 395 canciones y a 4 mil 098 artistas. Mi artista favorito fue Jon Batiste, a quien escuché tres días=725 minutos. Hace tiempo, en un viaje con un amigo, me dijo que llevara música y él me señaló algo que yo no tenía tan claro: Prefiero oír a mujeres. Más de siete en esta lista. Aunque el jazz es lo más acentuado, hay un poco de todo. Mis doce canciones más escuchadas en 2024 son las siguientes.

Uno: “Aguamarina”, de Eduardo Gatti (Chile, 1949). El álbum (1982) se llama como él. La canción parte de “el primer día del mundo”, donde no sólo se crearon “soles y espirales”, sino también, le dice a su amada, “tus ojos”. Apunta: “Así, los gusanitos llegan hasta tus huesos”. La pieza cuenta con sencillez cosas profundas: “De aquel punto distante en que todo era uno y lo mismo,/ caracolito sube, espiral de luna brilla en tu mejilla hermosa”.
Dos: “No sería el amor”, de la cantante mexicana Amparo Ochoa (1946-1994), acompañada por el guitarrista Manuel Guarneros, del álbum Hecho en México, 2011. La canción fue compuesta por Francisco Madrigal. Habla de un rompimiento amoroso, con no poca amargura: “Llevo mucho tiempo de andar por la vida/, ¿qué habrás hecho tú,/ que no haya hecho yo?/ Sé perfectamente que el amor termina./ Y si algo fuera eterno/ no sería el amor”.
Tres: “Corazón abierto”, de la cantante y compositora mexicana Zaira Franco (no encontré datos sobre el año de su nacimiento; es joven y gran intérprete), acompañada al piano por el célebre maestro pianista de jazz Héctor Infanzón, del álbum Tumbalá, 2015. El álbum completo vale la pena. Arranca fuerte: “Llevo años en vela y no despierto todavía./ Sólo cuento las horas para verte, niña mía./ Soy un ave perdida, voy volando contra el viento,/ tengo un ala herida y el corazón ni lo siento:/ corazón que viene abierto./ Si tú quieres, yo aquí estoy”.
Cuatro: “El gavilán”, de la cantante María Inés Ochoa (Culiacán, Sinaloa, México, 1983), por cierto hija de Amparo Ochoa. La canción fue compuesta por Xavier López Miranda y es parte del álbum La rumorosa. Lamento, de 2014. Es pasional. Quiere entrar al otro cuerpo, al amado: “Te abriría el pecho con los dedos si pudiera. […] Y una vez hecha tu sangre/ correría por tus venas/ para acariciarte/ para acariciarte/ lentamente/ el corazón”.
Cinco: “Comodín”, de No te va a gustar, banda de músicos uruguayos. Pertenece al álbum El tiempo otra vez avanza, de 2014. Parece que en mis gustos paso del amor correspondido a la ardidez. Esta va de lo segundo: “Cierro la puerta y me trago la llave”. Dice: “Esta noche llega el fin,/ no soy más un comodín,/ recupero la libertad perdida./ Enterate (no entérate) con esta canción:/ No soy más tu segunda opción”.
Seis: “El gato y la ventana”, de Ingrid Beaujean (México, 1986). La canción es parte del álbum Cuento, de 2015. Es un tema introspectivo, compuesto por esta cantante de jazz, sobre lo que dice el título: ¿Qué piensa un gato cuando ve por la ventana?: “¿Qué es estar en ese mundo tan lejano? Soñando y soñando mientras pasa el día”.
Siete: “Ese beso”, de Manu Sija (Argentina, 1988), acompañado de las dos cantantes argentinas Flor Bobadilla y Nadia Larcher, del álbum Ecléctica (de Manu), de 2023: “Ese beso es juntura/ de tu abismo con el mío/ es una tibieza oscura/ donde vuela el delirio. […] Voy marcado por tus labios/ por la angustia de tu boca/ voy muriéndome en tu encanto/ mientras mi alma se deshoja”.
Ocho: “Sastre del diablo”, de Nortec Collective, banda de Tijuana, Baja California, México, del álbum Border Revólver, de 2011. Me encantó desde que la oí: “Soy un angelito que esos que pecan/ Una y mil veces […] El sastre del diablo me ha cocido un frac/ Con pelos de virgen armó su sedal/ Se baten mis alas siguiendo el compás/ Y no descanso nunca”.
Nueve: “Submarinos y tostadas”, de Nico Iribarren (Buenos Aires, Argentina), del álbum homónimo de 2018. La canción es muy sencilla, pero la ejecución es magnífica. El tipo llega a un café y hace su pedido: “Deme un café y dos tostadas/ Cortado está bien/ El diario de ayer, también. […] Pedir es complicado”... La melodía es hermosa.
Diez: “Crece enredadera”, de Jara Armenta (no hallé datos; es joven), es un sencillo de 2024: “Búscame donde las ganas superen las excusas/ donde todo está bien. […] Búscame donde el mundo interior sea el jazmín/ que abrace las rejas de la piel./ Con la majada del miedo aboné sueños/ y pude brotar”. Ritmazo y bella voz.
Once: “Cocuyo”, de Chéjere, grupo musical de Veracruz, México, del álbum Ojo de luna, de 2012. La vocalista es mujer (Natalia Cobos). Una mezcla sabrosa. Así empieza: “El campo viste de luto cuando la noche le llega:/ Se llena de luceritos que hasta parecen estrellas./ Quién fuera como el cocuyo, que cuando canta ilumina/ y cuando el sol aparece su canto no se termina”.
Doce: “Ya traté de olvidarte”, de Soledad Villamil (Argentina, 1969), del álbum Canción de viaje, de 2012. Había escuchado distraídamente a esta actriz-cantante hasta que la vi recientemente en una película (Goyo, 2024), donde no es la protagonista, sino hermana del actor principal. Me impactó su personalidad y su belleza, y me puse a escucharla con más cuidado. Me encanta ella (casada, por cierto) y su voz. Esta canción es para abandonados, también: “Ya traté de olvidarte y no puedo,/ de apagar con cenizas tu fuego,/ pero cierro los ojos/y se enciende de nuevo./ Ya barrí como polvo el deseo,/ sacudí de mi boca tus besos/ y en mitad de la noche/ busco a tientas tu cuerpo”. Ay, Soledad…





 
Ilustración: Jacobo Herrera Cortés
Ilustración: Jacobo Herrera Cortés




*Sobre el autor:

Héctor Cortés Mandujano

Narrador, dramaturgo y periodista cultural

Finca El Ciprés, Villaflores, Chiapas, 1961.

Sus publicaciones, una amplia colección, abarcan varios géneros: Cuento, dramaturgia, novela, relato, ensayo y varias coautorías. Ha sido antologado en libros y revistas especializadas.

Aunque desde hace varios años se ha abstenido de participar en concursos y convocatorias, tiene varios premios y reconocimientos por su actividad literaria, mencionamos algunos: Premio Puerta 2010 al Mejor Dramaturgo, otorgado por la Asociación de Periodistas Culturales de Chiapas “Trozos de sol”; Premio Nacional de Novela Breve Rosario Castellanos, con Aún corre sangre por las avenidas (2005); Premio Estatal de Novela Breve Emilio Rabasa, con Vanterros (2004).

Lo puedes seguir en su columna Casa de citas.

Correo electrónico: hectorcortesm@gmail.com

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