Líneas de desnudo. 140. El ascenso y la caída. Manuel Pérez-Petit

Líneas de desnudo/ 140

El ascenso y la caída
Por Manuel Pérez-Petit

“(…) solo quien ha conocido la claridad y las tinieblas, la guerra y la paz, el ascenso y la caída, sólo éste ha vivido de verdad (…)”

Stefan Zweig: El mundo de ayer
Del ascenso y la caída se ha hablado y escrito mucho, pero solo puede conocerse en carne propia. El motor de ambas es el dolor. Ni cuando uno ha tocado fondo o ni cuando sido ensalzado está viviendo situaciones reales en realidad, aunque sean identificables. Son, como tantas otras cosas y situaciones en la vida, subjetivas. 
            Se necesita, en todo caso, estar despierto a fin de desarrollar nuestras capacidades de autoevaluación, autocorrección y rectificación, que es una manera de salvar los altos y los bajos de la existencia. Son los míos, lo comprendo, planteamientos discutibles y así me gusta que sean. Hoy abundan las personas que pontifican como poseedores de lo cierto, cuando lo cierto es un relativo de mayor dimensión que tocar fondo o alcanzar las alturas. Un día escribiré de ello, por lo que prefiero dejar el apunte como algo hermético o por si algún lector tiene despierto, que muchos lo tienen incluso sin saberlo, el nivel heurístico de la lógica, aquel que permite el conocimiento real de las cosas y establecer debate desde ello, lo que al final propicia estar más cerca de algo universal y comunicable.
De todos modos, se trata de vivir, y en la vida no podemos aplicar, porque no solo no es real sino que no depende de nosotros, la primera ley de la dinámica de Isaac Newton (1643-1727), que establece que todo cuerpo permanecerá en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado por fuerzas externas a cambiar su estado. Ese estatuto adánico y beatífico puede ser válido desde la física, pero no como vida, justo porque existen fuerzas externas que impiden ese estado, siendo la primera de ellas nosotros mismos, lo cual se comprueba en su segunda ley, que viene a decir que el cambio de movimiento es proporcional a la fuerza motriz externa, y a mí se me hace que esta ley, aunque el bueno de Isaac no lo pretendiera, habla del amor, aquello que nos mueve el piso, el suelo, las entrañas, pues él mismo aclara que estas modificaciones solo tienen lugar si se produce una interacción entre dos cuerpos, por lo que se nos hace más humana la tercera ley, la que habla de la acción-reacción, con la que se explica, por ejemplo, el dolor o la armonía.
Y bien puedo yo afirmar que tanto estando abajo como arriba, sabiendo que he vivido, el dolor es un síntoma esencial de estar vivo. Es como si a uno se le cayera en la cabeza la manzana y comprobara así que para subir se tiene que caer, pero nunca detenerse.
» (…) para subir se tiene que caer, pero nunca detenerse.»
Fotografía: ©Mayté Flores Ayala Mancera.

*Sobre el autor:

Manuel Pérez-Petit

Periodista, editor, escritor y gestor cultural

Sevilla, España, 1967.

Periodista por la Universidad de Navarra y diplomado en pedagogía en lengua y literatura por la Universidad Complutense de Madrid, es especialista en literatura comparada y un experimentado docente y gestor cultural. Es editor desde hace más de 30 años, habiendo tenido a su cargo en proyectos propios y ajenos más de medio millar de ediciones de títulos de todos los géneros. En 2010, se trasladó a México y fundó Sediento Ediciones. Ha dirigido proyectos editoriales y culturales de ámbito latinoamericano y dictado conferencias y cursos en países de Europa y América desde hace 20 años. Como periodista trabaja desde hace muchos años en diarios y publicaciones periódicas de España y México y medios de internet y radio. Es profesor invitado en la Bluefields Indian & Caribbean University (Bicu), de Bluefields, Nicaragua. Desde junio de 2011, la biblioteca de Yolotepec, comunidad indígena otomí de Santiago de Anaya, Hidalgo, México, lleva su nombre, y desde octubre de 2022 también la biblioteca de la comunidad indígena purépecha de la isla de Yunuén, Pátzcuaro, Michoacán, México. En 2017 fundó la causa Libros por Yolotepec, para la recolección de libros en donación para bibliotecas y la promoción de la lectura de los ámbitos rural y marginal urbano de México. Es autor de nueve libros individuales en poesía y narrativa. Su obra ha sido publicada, antologada o premiada en media docena de países. En 2020 fundó Kolaval, plataforma, agencia literaria y editorial de ámbito hispanoamericano. Desde diciembre de 2023 es director editorial de Almuzara México.

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