Líneas de desnudo. 138. La muerte. Manuel Pérez-Petit

Líneas de desnudo/ 138

La muerte
Por Manuel Pérez-Petit

Cerrando círculos VI

La muerte es la más abrupta y cruel de todas las formas posibles de cerrar círculos, pues, entre otros motivos, impide ajustar, completar o saldar asuntos pendientes, pero también abrazos o miradas que ya no podrán tener lugar, y causa un dolor emocional –tanto en lo bueno como en lo malo– que a veces no puede levantarse nunca del todo. 2024 ha sido de verdad para quien esto escribe un año de pérdidas irreparables. Contaré acerca de ello, pero es una realidad –la de la muerte– que no teniendo remedio tiene mala fama. 
            Hay muchos tipos de muerte. El que experimentamos estando vivos cuando nos dejamos ir o nos entregamos a una vida sin sal ni amor o resulta inevitable habitar en los tonos grises más desolados que sin los más comunes. Podemos alcanzar la conciencia de que cada minuto vivido es un minuto en que uno muere de algún modo, y no solo por la cercanía de la muerte sino por el hecho de que lo vivido no puede revivirse en realidad más que en la memoria, y, por tanto, no hay segundas oportunidades por más que fantaseemos con ello.
Es la muerte, en cualquier caso, una compañera de viaje grata y vivificante, pues nos recuerda la grandiosidad del hecho de vivir. Para ello hay que estar despierto, lo cual, por desgracia, no es lo habitual en nuestras sociedades occidentales, pero lo ideal sería experimentar cada día no como un día más sino como un nuevo día. Que nos embarquemos en un claro afán de autosuperación y de búsqueda de la plenitud, de lealtad con uno mismo, pues no hay que olvidar la permanente existencia de la redención, en su más amplio sentido, como posibilidad e, incluso, realidad tangible y comprobable. 
Es hermosa la muerte en ese caso, y más como horizonte en un mundo de la esclavitud como el que vivimos. En mi caso, no corre prisa ser del todo esclavo ni morirme, y no voy a ser lo primero ni aceptar lo segundo. Mi sentido de la libertad me lo impide. Y la certeza de que tengo círculos que cerrar que no cerraré sin saldar lo que debo, sin cumplir mi misión de vida, sin amar, porque, como dijo Pablo Neruda (1903-1973), Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida.
Despertar
Fotografía: ©Mayté Flores Ayala Mancera.

*Sobre el autor:

Manuel Pérez-Petit

Periodista, editor, escritor y gestor cultural

Sevilla, España, 1967.

Periodista por la Universidad de Navarra y diplomado en pedagogía en lengua y literatura por la Universidad Complutense de Madrid, es especialista en literatura comparada y un experimentado docente y gestor cultural. Es editor desde hace más de 30 años, habiendo tenido a su cargo en proyectos propios y ajenos más de medio millar de ediciones de títulos de todos los géneros. En 2010, se trasladó a México y fundó Sediento Ediciones. Ha dirigido proyectos editoriales y culturales de ámbito latinoamericano y dictado conferencias y cursos en países de Europa y América desde hace 20 años. Como periodista trabaja desde hace muchos años en diarios y publicaciones periódicas de España y México y medios de internet y radio. Es profesor invitado en la Bluefields Indian & Caribbean University (Bicu), de Bluefields, Nicaragua. Desde junio de 2011, la biblioteca de Yolotepec, comunidad indígena otomí de Santiago de Anaya, Hidalgo, México, lleva su nombre, y desde octubre de 2022 también la biblioteca de la comunidad indígena purépecha de la isla de Yunuén, Pátzcuaro, Michoacán, México. En 2017 fundó la causa Libros por Yolotepec, para la recolección de libros en donación para bibliotecas y la promoción de la lectura de los ámbitos rural y marginal urbano de México. Es autor de nueve libros individuales en poesía y narrativa. Su obra ha sido publicada, antologada o premiada en media docena de países. En 2020 fundó Kolaval, plataforma, agencia literaria y editorial de ámbito hispanoamericano. Desde diciembre de 2023 es director editorial de Almuzara México.

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