Polvo del camino. 244. El arte de lo cotidiano. Héctor Cortés Mandujano

                 	 
Polvo del camino/ 244

El arte de lo cotidiano
Héctor Cortés Mandujano


…Empecinados, buscan lo sublime en lo cotidiano

Joan Manuel Serrat,
en su canción “Mil años”

Es impresionante la cantidad de premios que se llevó la película Aftersun (2022), escrita y dirigida por Charlotte Wells, con Paul Mescal, Frankie Corio y Celia Rowlson-Hall. Llama también la atención porque es la ópera prima de esta joven cineasta (Edimburgo, Reino Unido, 1987) y la historia no tiene suspenso ni efectos especiales ni golpes ni asesinatos. ¿De qué trata? De las memorias fragmentarias que una mujer (su pareja es otra mujer, pero eso en la cinta es solamente anecdótico) tiene de un viaje que hizo con su padre cuando era niña. ¿Qué pasó en el viaje? Nada en especial. Fueron solos, ella jugó maquinitas con un niño, que también estaba de vacaciones, y se dieron un beso. Tuvo la niña un enojo pasajero con su padre y éste, una noche, se emborrachó hasta caer (la niña no estaba en ese momento con él). Y ya. ¿Y ya? La riqueza que supongo vieron los especialistas que la han premiado tanto está no en lo explícito de la trama, sino en lo oculto. La película, en ese sentido, no muestra: sugiere. No explica, propone un discurso, aparentemente simple, que el espectador tiene que desentrañar…

En Tótem (2024), que ganó varios premios Ariel este año, de la guionista y directora Lila Avilés (Ciudad de México, 1982), con Naíma Sentíes, Montserrat Marañón y Marisol Gasé, ocurre más o menos lo mismo, es decir, nada muy relevante, pero aquí la familia es tan rococó como cualquier familia mexicana: El padre-abuelo usa un aparato para hablar y suena robótico; uno de sus hijos tiene una enfermedad terminal y celebran su cumpleaños (llegan varios amigos y su exmujer); dos hermanas del chavo no se llevan tan bien como quisieran, y las niñas –la hija del cumpleañero y de una de las hermanas– son atendidas-desatendidas por tod@s. Pero saber quién es quién en la película no parece, en ningún sentido, una tarea de la cineasta, sino del espectador.
Como en la anterior, esta cinta no tiene epifanías ni clímax. Es evidente que late en esta familia un corazón lleno de espinas sin que la finalidad de la película sea mostrar cómo se reconcilian, cierran sus heridas o buscan la manera de llevarse mejor. El fin puede ocurrir en cualquier momento, porque lo que vemos es un fragmento, un retazo de vida que no empieza ni termina, como suele ser la vida en realidad…

Con Antón Chéjov (1860-1904) nació un género teatral que no buscaba reírse de la gente (la comedia) ni mostrar sus desgracias (la tragedia); sólo era un asomo a una parte de su existencia, no necesariamente la más llena de hechos o peripecias. Se le llamó, se le llama “Pieza”. Y me parece que estas dos jóvenes autoras y directoras han hecho florecer, de nuevo, el jardín de los cerezos de Chéjov, nuestro –como lo llamaba Pitol– contemporáneo.
Ilustración: HCM, color: Juan Ángel.
Ilustración: HCM, color: Juan Ángel.




*Sobre el autor:

Héctor Cortés Mandujano

Narrador, dramaturgo y periodista cultural

Finca El Ciprés, Villaflores, Chiapas, 1961.

Sus publicaciones, una amplia colección, abarcan varios géneros: Cuento, dramaturgia, novela, relato, ensayo y varias coautorías. Ha sido antologado en libros y revistas especializadas.

Aunque desde hace varios años se ha abstenido de participar en concursos y convocatorias, tiene varios premios y reconocimientos por su actividad literaria, mencionamos algunos: Premio Puerta 2010 al Mejor Dramaturgo, otorgado por la Asociación de Periodistas Culturales de Chiapas “Trozos de sol”; Premio Nacional de Novela Breve Rosario Castellanos, con Aún corre sangre por las avenidas (2005); Premio Estatal de Novela Breve Emilio Rabasa, con Vanterros (2004).

Lo puedes seguir en su columna Casa de citas.

Correo electrónico: hectorcortesm@gmail.com

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