Tomando café con Pat. 5. Tengo roto el corazón. Patricia Muñoz Díaz

Tomando café con Pat/ 5

Tengo roto el corazón
Por Patricia Muñoz Díaz

La decepción, según el DLE (Diccionario de la Lengua Española), del latín “tardío” deceptio, ōnis. femenino, es el pesar causado por un desengaño. Sinónimos: desencanto, desilusión, chasco, frustración, desencantamiento. Y cuando alguien dice la frase “tengo roto el corazón” de inmediato pensamos en una relación romántica, pero ahora sabemos que es más que eso.
            Un día, cuando mi hijo pequeño tenía unos tres años, regresó cabizbajo a casa y mi dijo:
—Mamá, estoy triste, Yoana ya no es mi amiga. 
—¿Por qué?
—Porque me rompíó el corazón.
De inmediato, pensando en algún tipo de mal entendido debido a su corta edad, insistí en el tema para saber lo que había ocurrido.
—No te puedo decir, pero me rompió el corazón —su tierna carita triste también resquebrajó el mío.
Su padre, su hermano y yo tratamos de llegar al fondo de la cuestión, pero mi hijo pequeño insistía en que no debía decirnos, pero no dejaba de decir que “Yoana le había roto el corazón”.
Un par de días después, mientras comíamos en familia, habló:
—Mamá, ¿quieres saber porque Yoana me rompió el corazón?
—Sí —respondí emocionada por conocer aquel incidente que lo tenía tan agobiado.
—Es que Yoana con sus manos me pegó aquí... —señalando su pecho justo donde está el corazón —por eso me rompió el corazón, porque me dolió mucho.
Me relajé, sin duda era importante para mí conocer la razón por la cual mi hijo estaba tan desolado y me quitó un gran peso de encima saber que no era nada grave al menos para mí, aunque él estaba dolido y con el tiempo solucionó ese sentimiento y conflicto con su amiga.
Las relaciones personales son tan complejas que podemos pasar de tener mucho cariño y confianza con una persona a un distanciamiento absoluto por algún malentendido, una traición o un desengaño.
¿A dónde quiero llegar? Sin querer, nuestro corazón sufre varias rupturas con el paso del tiempo. Un regaño de papá, mamá o la maestra del kinder de pequeños. Cuando nuestro mejor amigo o amiga nos cambia por alguien más en la adolescencia o hasta cuando nuestro hermano nos gana el último caramelo de un dulcero.
Consciente o inconscientemente estamos expuestos a ello y está en nosotros tomar las cosas con sabiduría, diplomacia, empatía o una absoluta inmadurez.
Las heridas nos fortalecen, pero también es nuestra responsabilidad cuidar esas heridas y no dejar que crezcan. Nuestro “corazón” puede ser muy fuerte para enfrentar una crisis o tan frágil como para tumbarnos a llorar por varios días.
Yo lo veo de la siguiente manera: la familia –hijos, padres hermanos–, las amistades -la familia que nosotros escogemos-, la gente que está en nuestra vida diaria -compañeros de trabajo y conocidos-, son nuestra red de conexiones, nosotros les asignamos muchas o pocas de ellas según la importancia que tienen en nuestras vidas.
Nuestros corazones están expuestos a ser amados o rechazados por las personas en cualquier momento y la mayoría de las veces, ni siquiera es por un asunto personal. Si te hizo mala cara, si estaba de malaleche, si amaneció de buenas o todo lo contrario, debemos entender que es un tema absolutamente personal y las personas que lo hacen personal es porque han sido heridas y no han logrado que estas cierren completamente.
Cuando reconoces que tienes roto el corazón, es el primer paso. Después debes hacerte a la idea de que, según la gravedad de la herida, tendrás que curarla. Algunas heridas cicatrizan con rapidez, las más pequeñas, otras pueden tardar toda una vida y dolerán siempre si no haces algo para sanarlas, porque con el tiempo puede infectarse, crecer y este dolor se convierte en todo, menos en amor.
Así que sí, a veces tengo roto el corazón, pero esta cicatrizando, porque he encontrado un ungüento maravilloso, que se produce solo dentro de mi alma y se llama perdón.

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Imagen: Noppol Nahawanjam

Fuente: Canvas https://www.canva.com/photos/MAFBNDXtOuo-broken-heart-background-3d-rendering-/

*Sobre el autor:

Patricia Muñoz Díaz

Escritora y cuentacuentos

“Escritora por vocación, cuentacuentos por convicción y parlanchina afición”.

Pat Muñoz (1978), también conocida como «Pat Pat cuentacuentos», es una escritora y narradora oral originaria del estado de Guanajuato, México.

Estudió la licenciatura de Ciencias de la Comunicación en la Universidad De la Salle Bajío, en León Guanajuato (1996-2001). 

Ha incursionado en varias disciplinas artísticas desde joven, (teatro, danza y canto, por mencionar algunas) encontrando en la narración oral  y las letras su gran pasión. 

Actualmente se dedica a escribir novela romántica, cuentos juveniles e infantiles, es cuentacuentos, conferencista e imparte talleres de estimulación creativa con el objetivo de difundir y promover la lectura.

Ha dirigido algunos colectivos como “Claroscuro cuentacuentos” y escrito y dirigido teatro escolar e infantil. 

Tiene publicadas en medios digitales algunas novelas, destacando los títulos  “El amor llega, y tú no estás” y “¿Dónde tiro a mi Ex?”, comedia romántica.. 

Tiene un podcast titulado “Tomando Café con Pat” donde narra cuentos para toda la familia título que comparte para esta columna y sus redes sociales comparte su pasión por esta bebida tan especial.

Tomando café con Pat. 4. Muchos gastos… pocos ingresos. Patricia Muñoz Díaz

Tomando café con Pat/ 4

Muchos gastos... pocos ingresos
Por Patricia Muñoz Díaz

La cuesta de enero, incertidumbre, poca solvencia cuando aparentemente el dinero está atorado en algún lado, miedo, psicosis y no sabes ni por dónde empezar, ese es el momento de actuar, de buscar las nuevas alternativas y comenzar a diversificar.
            Es muy cierto, que cuando hay crisis nos volvemos creativos. El asunto no es ponerte a vender cualquier cosa o creer que el mundo nos va a descubrir con el producto del siglo. Vamos por puntos, en tiempos de crisis hay que buscar alternativas “sin poner todos los huevos en la misma canasta". Les dejo algunos tips que he aplicado cuando los problemas financieros se adueñan de nuestra existencia.
1. Deudas
Haz una lista completa y concreta de saldos y cuentas por pagar con fecha de vencimiento. Numérala por orden y prioridad, destina un monto para ello de forma mensual y vete de una por una. Hay que negociar con tus acreedores hasta que juntos encuentren la mejor alternativa. A los cobradores solo les interesa que pagues, así que si ven disposición de tu parte te harán un plan de pagos a tu medida. 
2. Más ingresos
Si con lo que ganas no alcanza, busca otro empleo o busca un ingreso extra. Por ejemplo: si te gusta cocinar, la fotografía, hacer manualidades, etc., puedes ocupar tus días libres para ello. Busca un tianguis o un mercadito virtual que se ajuste a tus horarios y te den oportunidad de sacar este dinero extra. En la actualidad las redes sociales y los chats grupales ayudan mucho para ello y pónle un objetivo claro, por ejemplo: Vendes hamburguesas al carbón los domingos a domicilio, las ganancias serán para liquidar la tarjeta de crédito.
3. Gasta de forma inteligente
Creemos que en tiempos de crisis no debemos gastar, al contrario, eso reactiva la economía. Está bien que gastes. Solo debes poner algo de orden. Si acostumbras comer fuera los fines de semana, hazlo solo una o dos veces al mes y ese dinero que te ahorras, puedes usarlo para invertir en tu negocio o saldar alguna cuenta pendiente. Si esperas que la gente consuma tus productos, la gente espera lo mismo de ti. No tengas miedo, el dinero debe moverse.
4. Ahorra
Es indispensable que consideres por lo menos un 10% de tus ganancias mensuales al ahorro y que sea tu prioridad. Estamos acostumbrados a pagarle a todos menos a nosotros mismos y al tercer día de haber recibido nuestro salario o las ganancias de nuestro negocio, ya no nos queda nada. Es importante hacernos el hábito de ahorrar y darle prioridad en nuestros gastos mensuales. Existen varias alternativas en instituciones financieras donde te pueden ofrecer un plan de ahorro, para que haya un compromiso, incluso con objetivos claros como el retiro, la compra de una casa, un viaje, etc. o hasta la tanda con la vecina.
5. Paga tus consumos con dinero, no con créditos
Las tarjetas de crédito son una excelente herramienta si sabemos usarlas, aunque los bombardeos publicitarios de mensualidades congeladas o los meses sin intereses son una tentación constante, abusar de ellos nos puede perjudicar a futuro. Si en algún momento no podemos cumplir con nuestros compromisos financieros nuestros problemas se multiplicarán por los intereses. Mejor ahorra para comprar lo que deseas, antes de que inviertas en algo que cuando lo termines de pagar será obsoleto o no tal vez ya no servirá.
Los créditos son excelentes aliados cuando la adquisición no se devalúa, como un terreno, una casa, acciones, joyas, mercancía para un negocio, etc. Si quieres darte un gusto, págalo de contado.
Espero que estos tips les sean de utilidad, los resultados no son inmediatos, pero Roma no se hizo en un día.
¡Feliz año nuevo 2024!

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Imagen: CANVA Bussinesman chasing money por Grafissimo
Fuente: https://www.canva.com/photos/MAEIzdBl6vE-businessman-chasing-money/

*Sobre el autor:

Patricia Muñoz Díaz

Escritora y cuentacuentos

“Escritora por vocación, cuentacuentos por convicción y parlanchina afición”.

Pat Muñoz (1978), también conocida como «Pat Pat cuentacuentos», es una escritora y narradora oral originaria del estado de Guanajuato, México.

Estudió la licenciatura de Ciencias de la Comunicación en la Universidad De la Salle Bajío, en León Guanajuato (1996-2001). 

Ha incursionado en varias disciplinas artísticas desde joven, (teatro, danza y canto, por mencionar algunas) encontrando en la narración oral  y las letras su gran pasión. 

Actualmente se dedica a escribir novela romántica, cuentos juveniles e infantiles, es cuentacuentos, conferencista e imparte talleres de estimulación creativa con el objetivo de difundir y promover la lectura.

Ha dirigido algunos colectivos como “Claroscuro cuentacuentos” y escrito y dirigido teatro escolar e infantil. 

Tiene publicadas en medios digitales algunas novelas, destacando los títulos  “El amor llega, y tú no estás” y “¿Dónde tiro a mi Ex?”, comedia romántica.. 

Tiene un podcast titulado “Tomando Café con Pat” donde narra cuentos para toda la familia título que comparte para esta columna y sus redes sociales comparte su pasión por esta bebida tan especial.

Tomando café con Pat. 3. Rápido, nada. Patricia Muñoz Díaz

Tomando café con Pat/ 3

Rápido, nada
Por Patricia Muñoz Díaz

Hace un tiempo, cuando trabajaba en artes gráficas, tenía un par de horas para comer. Alcanzaba perfecto para ir y venir del parque industrial a casa y, en ocasiones, comíamos en el café de Don Emilio. Digo comíamos porque era común encontrarnos ahí con algún amigo o amiga de aquella época, además de que el café tenía una larga barra donde conocías a mucha gente y Don Emilio, sus empleados y su hijo, nos atendían muy bien. 
            En una ocasión, mientras esperábamos nuestra comida, llegó una chica corriendo, pidió la carta y después de darle una ojeada le dijo a Don Emilio:
            —¿Qué tiene “rápido”?
            A lo que Don Emilio, con su gesto inexpresivo, respondió:
            —Rápido, nada.
—¿No tiene algo que me pueda preparar rápido?
—No, rápido… nada.
La chica se molestó, dejó el menú sobre la barra y se marchó frustrada. 
En aquel entonces yo también me hubiese molestado, pues la prisa es una fiel compañera, y mi esposo (en aquel entonces mi novio) y yo nos observamos con complicidad pensando en que quizá Don Emilio se había pasado de la raya. “Que poco empático, tiene una cafetería en una plaza comercial donde muchos empleados tienen un corto tiempo para comer, ejecutivos bancarios, etcétera...”
Don Emilio se acercó y nos dijo:
—Cada pedido lleva su tiempo, tal vez una torta se la podemos preparar en cinco o diez minutos, pero lo que es rápido para mí o para mi cocinero tal vez no sea rápido para ella y de todos modos se irá molesta. No me gusta atender a las personas que no quieren ser atendidas. Por eso, “rápido”, nada.
Pasó el tiempo. No había entendido la profundidad de esas palabras hasta ahora que soy consciente y responsable de mis propios procesos.
He pasado por varios emprendimientos y en todos he comprendido que cada cosa lleva su tiempo, así sea la preparación de un guisado o la elaboración de un mueble. Todo, absolutamente todo, lleva su propio tiempo.
Las nuevas generaciones están acostumbrados a la inmediatez. Con un click solucionan todo y si no está a tiempo les da una crisis de ansiedad (no exagero, pero me incluyo en ese nicho de ansiedad ocasionada por la tecnología que tanto nos beneficia y también nos perjudica).
Debemos asimilar que las cosas no se hacen solas aunque estemos acostumbrados al “click” de las compras en línea.
Compramos ropa, tecnología, comida, por las aplicaciones y nos molestamos si no llegan a la hora acordada. Seguimos siendo humanos, por mucho que las máquinas nos resuelvan muchas cosas. Dependemos de terceras personas (la motocicleta, el mensajero, el tráfico, la avenida, el semáforo, etc.). Y el desayuno agradable en un restaurante con buena compañía que decidiste no tomar porque era más “rápido” por la app de tu teléfono celular se vuelve una tortura porque no llegó a tiempo.
No soy quien para dar consejos de organización del hogar, pero si algo tengo claro es que comer, comer bien, comer en buena compañía, disfrutar el momento, aunque tenga algo de prisa, es importantísimo, porque la vida son instantes que no vuelven, así que “rápido, nada”.

Instagram y Facebook: @patmunozescritora
Imagen: Buzón Expresso, ©Pat Muñoz

*Sobre el autor:

Patricia Muñoz Díaz

Escritora y cuentacuentos

“Escritora por vocación, cuentacuentos por convicción y parlanchina afición”.

Pat Muñoz (1978), también conocida como «Pat Pat cuentacuentos», es una escritora y narradora oral originaria del estado de Guanajuato, México.

Estudió la licenciatura de Ciencias de la Comunicación en la Universidad De la Salle Bajío, en León Guanajuato (1996-2001). 

Ha incursionado en varias disciplinas artísticas desde joven, (teatro, danza y canto, por mencionar algunas) encontrando en la narración oral  y las letras su gran pasión. 

Actualmente se dedica a escribir novela romántica, cuentos juveniles e infantiles, es cuentacuentos, conferencista e imparte talleres de estimulación creativa con el objetivo de difundir y promover la lectura.

Ha dirigido algunos colectivos como “Claroscuro cuentacuentos” y escrito y dirigido teatro escolar e infantil. 

Tiene publicadas en medios digitales algunas novelas, destacando los títulos  “El amor llega, y tú no estás” y “¿Dónde tiro a mi Ex?”, comedia romántica.. 

Tiene un podcast titulado “Tomando Café con Pat” donde narra cuentos para toda la familia título que comparte para esta columna y sus redes sociales comparte su pasión por esta bebida tan especial.

Tomando café con Pat. 2. ¿Por qué te enojas? Patricia Muñoz Díaz

Tomando café con Pat/ 2

¿Por qué te enojas?
Por Patricia Muñoz Díaz

Cuántas veces hemos escuchado esa voz a tu lado que te dice: “Calma, no te enojes”. Pero cuando eso sucede, ya es demasiado tarde. Sientes la sangre hervir en tu interior, así como tu cerebro a punto de estallar y por supuesto tus puños a punto de soltarle un gancho al primero que pase. ¿Es normal? ¿O es sólo el hecho de que no sabemos controlar nuestras emociones? ¿Les ha pasado que suceden cosas aparentemente graves y el jefe no se inmuta, pero a la tarde, por una tontería hace un drama digno de un “Oscar” y se desquita con quien pase a su lado?
            Pues claro, uno se levanta a comenzar el día. Arreglarse, preparar el desayuno, alistar a los chicos a la escuela, y en ese inter, pequeñas tonterías comienzan a llenar tu mente limpia y relajada. Pasan los minutos y comienzas con una sonrisa, pero el tráfico y la cara de pocos amigos del resto de los conductores no ayudan. Al fin llegas a tu oficina y comienzan a llover asuntos por resolver, los pendientes del día anterior, las cosas urgentes, las cosas importantes, las noticias, las redes sociales, los haters.
            Al fin medio se compone el día, pero tu trabajo de veinte días "godínez" te lo estropea por accidente y explotas, y para colmo llega el de vigilancia a informarte que tu auto tiene una llanta ponchada. Respiras profundo, lo resuelves y llegas a casa, hay un apagón. Llamas a vigilancia y te dicen que un adolescente chocó el poste del transformador, y de pronto, al fin te resignas a aceptar tu día. Sales de casa a buscar una válvula de escape, pero resulta que el vecino deja mal estacionado su auto, te tropiezas y al caer al suelo sólo observas al vecino que en vez de ayudar a levantarte te dice: "Le aflojaste la defensa a mi coche". 
            ¿Explotas o no explotas? Comienzas a decir estupideces, te peleas con tu vecino, le dices de todo menos "bonito" y le recuerdas a toda su ascendencia y descendencia.
            Y todavía llega la esposa con su "melodiosa voz” y dice: “No te enojes...”
            Es mejor tener ocho pequeños enojos que uno grande. Cuando uno está molesto, frustrado, enojado, no da tiempo a su cerebro para pensar. Si bien debemos practicar nuestra paciencia y tratar de mantener la calma, así como debemos llorar cuando estamos tristes, también se vale estar enojado, pero es preferible sacar nuestra frustración poco a poco a dejar que el vaso se llene y se derrame, porque puede ser mucho peor.
            La vida es la mejor escuela para practicar la paciencia, por eso estamos donde estamos, así que, les paso estas recomendaciones para relajarnos y procurar sobrellevar nuestros malos ratos de la mejor manera.
            Tip 1. Si estás molesto con alguien, debes hablarlo. No te quedes con las cosas guardadas por no querer darle importancia. A veces pensamos que son tonterías, pero el “corajito” se nos queda guardado, como un alfiler haciendo harakiri en el corazón.  Es mejor pasar el mal rato de platicarlo, que seguir llenando el “vaso”.
            Tip 2. Respira profundo y cuenta hasta diez. Si no funciona cuenta hasta veinte. Si no funciona enciérrate en el baño y respira profundo. Cuando te calmes, sales, buscas  la persona y hablan.
            Tip 3. Desahógate. A veces por no preocupar a nuestros amigos o familiares nos guardamos todo. No tenemos con quien sacar todos nuestros problemas. Nos han educado para ser fuertes y enfrentar la vida, pero también somos seres humanos y podemos flaquear. Lo malo no es caer, lo malo es no volver a levantarse, y es mejor hacerlo en compañía que solos. Si no quieres preocupar a tu familia consíguete un psicólogo o un psiquiatra. El ir a terapia no quiere decir que estás loco. Velo como un desahogo personal.
            Tip 4. Haz algo que te guste mucho. Terapia ocupacional realizando una actividad que te apasione. Algún deporte, taller de lectura o artes plásticas, un pasatiempo. Es importante tener un tiempo de entretenimiento personal. No es ir al cine con los amigos, o con tu pareja. Es tu tiempo y este espacio te ayudará a liberar tu mente y distraerte de los problemas personales que pudieras llegar a tener. Nuestro cerebro también necesita diluirse.
            Tip 5. Perdona. Perdonar no significa que seas tonto. Significa que el daño que te hayan causado no debe ser un obstáculo para que sigas con tu vida. Si puedes recuperar a esa persona hazlo, pero si no, déjalo o déjala ir, sin rencores, porque sólo te haces daño. No voy a poner ejemplos, porque hay diferentes circunstancias, estoy hablando de temas comunes, boberías, peleas tontas. Si el problema es grave, busca ayuda, no trates de hacerlo solo. 
            La vida sigue su curso, así que arriba y adelante. Si te enojas es por algo, somos humanos, no podemos evitarlo, se vale, pero si podemos ser pacientes y prudentes antes de explotar los resultados serán mejores. 

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Imagen: Beautifully Annoyed, de Chris6
Fuente: https://www.canva.com/photos/MADFVBKcE30-beautifully-annoyed/ 

*Sobre el autor:

Patricia Muñoz Díaz

Escritora y cuentacuentos

“Escritora por vocación, cuentacuentos por convicción y parlanchina afición”.

Pat Muñoz (1978), también conocida como «Pat Pat cuentacuentos», es una escritora y narradora oral originaria del estado de Guanajuato, México.

Estudió la licenciatura de Ciencias de la Comunicación en la Universidad De la Salle Bajío, en León Guanajuato (1996-2001). 

Ha incursionado en varias disciplinas artísticas desde joven, (teatro, danza y canto, por mencionar algunas) encontrando en la narración oral  y las letras su gran pasión. 

Actualmente se dedica a escribir novela romántica, cuentos juveniles e infantiles, es cuentacuentos, conferencista e imparte talleres de estimulación creativa con el objetivo de difundir y promover la lectura.

Ha dirigido algunos colectivos como “Claroscuro cuentacuentos” y escrito y dirigido teatro escolar e infantil. 

Tiene publicadas en medios digitales algunas novelas, destacando los títulos  “El amor llega, y tú no estás” y “¿Dónde tiro a mi Ex?”, comedia romántica.. 

Tiene un podcast titulado “Tomando Café con Pat” donde narra cuentos para toda la familia título que comparte para esta columna y sus redes sociales comparte su pasión por esta bebida tan especial.

Tomando café con Pat. 1. La empatía, todo un reto. Patricia Muñoz Díaz

Tomando café con Pat/ 1

La empatía, todo un reto
Por Patricia Muñoz Díaz

En la actualidad, el tener diferentes ideologías y/o creencias nos ha hecho una sociedad diversificada. Cuando hemos sido educados y hemos crecido creyendo en una doctrina, religión, espiritualidad y/o con patrones de una sociedad al parecer con cierto orden en nuestros contextos y nos topamos con otro grupo de individuos que viven y creen distinto, nos rompe el esquema y nos cuesta entender que nuestra verdad, nuestra realidad, nuestra forma de llevar un orden para vivir o simplemente tener costumbres distintas, es porque no tenemos una verdad absoluta.
            Nos molesta conocer a los vecinos porque escuchan música distinta a la nuestra, o los que organizan fiestas los fines de semana, o que no van a la iglesia porque no son creyentes, o a quienes prefieren adoptar perros a tener hijos.
            ¿Por qué nos incomoda tanto que el resto del mundo sea distinto si siempre lo ha sido? ¿Por qué preferimos ser de mente cerrada en lugar de permitir que alguien más nos muestre lo maravilloso que es su universo? Cada cabeza es un mundo y no es obligación de nadie forzar a otro individuo a creer en algo. El pensar y creer diferente no nos hace malas personas. 
            Hay una cosa que son los valores universales, e independientemente del lugar en el que crecimos o fuimos educados no los enseñan en todos lados. Y para mí, uno de los más importantes es el respeto. Este valor incluye muchos otros valores como lo son la paciencia y la tolerancia, pero la empatía, es lo que hace que ese respeto se vuelva maravilloso.
            Estamos tan acostumbrados a escondernos detrás de nuestros dispositivos electrónicos, que nos parece fácil sacar nuestros miedos o frustraciones y dar puntos de vista a diestra y siniestra sin reflexionar si estamos faltando al respeto a alguien, y no hablo del clásico "me ofendes", eso es una decisión personal de quien recibe un “insulto” o “agresión verbal”, me refiero a etiquetar y juzgar a las personas sin conocerlas, el cómo reaccione otro individuo, es otra cosa.
            Entonces, volviendo a la empatía, es la habilidad de poder comprender los contextos de las demás personas. Ponernos en sus zapatos. Hay problemas que, resolverlo, para nosotros son "pan comido", y otros un verdadero "dolor de cabeza". Y la manera de enfrentarlos es distinta para cada uno de nosotros. Eso no nos hace ni más inteligentes ni más tontos. Pero cuando logramos sentir el problema o situación de alguien más, rompemos la barrera de los juicios, eso es la empatía. No quiere decir que debemos cambiar nuestra forma de pensar, solo, ponernos en el lugar de los demás. No es fácil trabajar la empatía, pero aquí les dejo algunos tips que nos podrán ayudar:
            1. Tener la intención de ser empático. Analizar o reflexionar por qué te resulta difícil ser empático con ciertas personas o circunstancias.
            2. Escuchar a las personas, darles la oportunidad de que te den su punto de vista y como te sientes al respecto.
            3. Piensa en las reacciones que tú tienes, en circunstancias similares y como reaccionas y cómo reaccionan los demás.
            4. No juzgar. No somos nadie para ello, pues la forma de creer y de pensar de cada persona se ha forjado por lo que ha vivido y como lo ha vivido.
            5. Conocerte a ti mismo. No puedes esperar conocer a alguien si no te conoces. Cuáles son tus convicciones y porqué. Te las inculcaron o realmente estás convencido de ello.
            La empatía es apoyo y comprensión, y no tienes que cambiar tu forma de pensar ni la de nadie, solo comprenderla y respetarla. 

            “LA EMPATÍA RESIDE EN LA HABILIDAD DE ESTAR PRESENTE SIN DAR UNA OPINIÓN”
Marshall Rosenberg

            “EMPATÍA, ES SER CAPAZ DE SUMERGIRSE EN EL MUNDO EMOCIONAL DEL OTRO, SIN AHOGARSE EN EL”.
Rafael Videc

            “MIRA CON LOS OJOS DE OTRO, ESCUCHA CON LOS OÍDOS DE OTRO Y SIENTE CON EL CORAZÓN DE OTRO”. 
Alfred Adler
Fotografía: Hombre que sostiene el corazón rojo en manos sobre la mesa de madera
Fuente: Banco de imágenes Canvas Pro, por Towfiqu Ahamed Barbhuiya. https://www.canva.com/photos/MAD5oXO0FlI-man-holding-red-heart-in-hands-on-wooden-table/

*Sobre el autor:

Patricia Muñoz Díaz

Escritora y cuentacuentos

“Escritora por vocación, cuentacuentos por convicción y parlanchina afición”.

Pat Muñoz (1978), también conocida como «Pat Pat cuentacuentos», es una escritora y narradora oral originaria del estado de Guanajuato, México.

Estudió la licenciatura de Ciencias de la Comunicación en la Universidad De la Salle Bajío, en León Guanajuato (1996-2001). 

Ha incursionado en varias disciplinas artísticas desde joven, (teatro, danza y canto, por mencionar algunas) encontrando en la narración oral  y las letras su gran pasión. 

Actualmente se dedica a escribir novela romántica, cuentos juveniles e infantiles, es cuentacuentos, conferencista e imparte talleres de estimulación creativa con el objetivo de difundir y promover la lectura.

Ha dirigido algunos colectivos como “Claroscuro cuentacuentos” y escrito y dirigido teatro escolar e infantil. 

Tiene publicadas en medios digitales algunas novelas, destacando los títulos  “El amor llega, y tú no estás” y “¿Dónde tiro a mi Ex?”, comedia romántica.. 

Tiene un podcast titulado “Tomando Café con Pat” donde narra cuentos para toda la familia título que comparte para esta columna y sus redes sociales comparte su pasión por esta bebida tan especial.

Tomando café con Pat. 0. Bienvenida. Patricia Muñoz Díaz

Patricia Muñoz Díaz

                        
            

Patricia Muñoz Díaz
Patricia Muñoz Díaz




*Sobre la autora:

Patricia Muñoz Díaz

Escritora y cuentacuentos

“Escritora por vocación, cuentacuentos por convicción y parlanchina afición”.

Pat Muñoz (1978), también conocida como «Pat Pat cuentacuentos», es una escritora y narradora oral originaria del estado de Guanajuato, México.

Estudió la licenciatura de Ciencias de la Comunicación en la Universidad De la Salle Bajío, en León Guanajuato (1996-2001). 

Ha incursionado en varias disciplinas artísticas desde joven, (teatro, danza y canto, por mencionar algunas) encontrando en la narración oral  y las letras su gran pasión. 

Actualmente se dedica a escribir novela romántica, cuentos juveniles e infantiles, es cuentacuentos, conferencista e imparte talleres de estimulación creativa con el objetivo de difundir y promover la lectura.

Ha dirigido algunos colectivos como “Claroscuro cuentacuentos” y escrito y dirigido teatro escolar e infantil. 

Tiene publicadas en medios digitales algunas novelas, destacando los títulos  “El amor llega, y tú no estás” y “¿Dónde tiro a mi Ex?”, comedia romántica.. 

Tiene un podcast titulado “Tomando Café con Pat” donde narra cuentos para toda la familia título que comparte para esta columna y sus redes sociales comparte su pasión por esta bebida tan especial.